Al utilizar un sensor de
movimiento PIR, los caminos
del jardín se iluminarán sólo
cuando sea necesario, con
el consiguiente ahorro de
consumo eléctrico. El sensor de
movimiento PIR (infrarrojos)
detecta el calor del cuerpo
humano y, si entra en el rango
de detección del sensor,
el dispositivo se pone en
funcionamiento.